martes, octubre 27, 2009

Las revistas y la investigación

Por: Otto Gerardo Salazar Pérez*

Las revistas, más allá de simples publicaciones, son la cara de la investigación en las Universidades. Es decir, son las que demuestran si efectivamente las instituciones de educación superior le apuntan a la empresa de conocimiento o son simples replicantes del saber. Así pues, las publicaciones, en su objeto, revelan los productos y acreditan su conocimiento ante las comunidades científicas nacionales e internacionales.

Sin embargo, parte del objeto de ellas se ha desvirtuado y tiende a prevalecer en su contenido los artículos de difusión, reseña y proyección sin una conexión estrecha y necesaria con los centros de investigación. Pese a que anualmente se aprueban un número considerable de proyectos de investigación a los cuales se les adjudica recursos financieros y humanos, los resultados de avance y finalización de esos proyectos no se materializan en artículos de investigación. ¡Cosa rara, si se pone uno a pensar!

¿Por qué sucede esto? Varias cosas salen y se decantan.

Primero: manifiestan que los procesos de investigación realmente no han arraigado en la universidad, que la investigación no es un asunto serio, prioritario y cualificado. Un sistema investigativo, con todos su resortes, puede ser estableciendo y funcionar en apariencia, pero sino no se concreta en resultados tangibles y significativos como aportes de saber en artículos científicos es un sistema simulado pues no hay producto final o de salida.

Revelan de igual manera que los procesos de investigación no tienen el nivel ni hacen el aporte significativo a la comunidad científica, por lo cual, ni siquiera se acreditan con pares de la publicación, que sería una instancia mínima y primaria.

Segundo: ponen en evidencia que no ha arraigado en la Universidad una tradición y una cultura lecto escritural propia de la modernidad. De contera, los docentes no encuentran la disponibilidad permanente y abierta para que difundan sus escritos y se prueben en las lides de la publicación. Por lo cual, no se publican revistas. De lo que se deriva que los decentes terminan no escribiendo. Círculo vicioso, cerrado y sellado.

Tercero: Las revistas, están muy lejos de ser entidades autónomas y de constituirse en centros de generación del saber pues su vivencia es ocasional, interrumpida y no ha logrado el reconocimiento entre la misma comunidad académica. La mayoría de ellas, no han sido institucionalizadas. Es decir, no obedecen a un plan de largo aliento, serio y sostenido y con los apoyos necesarios financieros y logísticos para que se desarrollen. Expresan una subvaloración a lo que constituyen, sin vínculo con la investigación. Se juzgan mas como un asunto de comunicadores.

Otras agencias de saber, de las que llaman del “descentramiento” o el saber que circula fuera de las instituciones educativas, nos han enseñado que desde las publicaciones, se puede desarrollar todo un arsenal de investigación y conomiento como lo demuestran revistas como Natgeo y otras. De ellas podríamos aprender.

*Docente Unillanos

miércoles, octubre 14, 2009

Con los ojos a media asta

Por: Otto Gerardo Salazar Pérez*

Para hacer honor a una larga y tropezada senda de contradicción interna de la izquierda en Colombia, hace quince días, en un proceso de libre y democrático al interior del Polo, Carlos Gaviria, su presidente, fue derrotado por su contradictor interno más tenaz: Gustavo Petro.

Recordemos que Carlos Gaviria, había salido airoso a principios de año dentro del mismo Polo cuando se le generó una barahúnda interna y fue tildado de padecer cierta enfermedad muy infantil de extremo-izquierdismo y de sectario político por negarse a formular alianzas con sectores políticos tradicionales de Colombia.

Específicamente, el alma de la querella, como una dama en disputa por la cual los vaqueros de antes se agarraban a bala en estos llanos dilatados y calurosos, fue la elección del hoy Procurador Alejandro Ordóñez. Gaviria ganó internamente pero de modo relativo, porque aunque triunfó internamente, no pudo impedir que con votos del Polo Democrático Alternativo, Alejandro Ordóñez, el absolvedor, fuera elegido procurador, para que fuera pasando, lo que hoy. Repartir bendiciones a los ministros corruptos del régimen, dar el “idos en paz” a militares implicados en masacres, etc., por lo cual, la Corte Suprema le abrió investigación.

Hasta el momento, Gustavo Petro, no ha reconocido la criatura y cantado su paternidad, y más bien, ha mantenido el tema debajo de un discreto velo mientras mira a los demás detrás de sus ojos rasgados y a media asta con soporte solidario de su dedo pensador que apoya sobre su mentón. De pasada, porque lo cortés no quita lo valiente, se encuentra a Jerónimo Uribe y le da unas palmaditas en el hombro, y quizás recuerde que en su momento dijo para llamar a la convergencia: Aquí caben hasta los uribestias.

Pero… pero algunos uribistas clase triple A con tendencia a superarlo como Germán Vargas Lleras ya le hicieron mutis por el foro. No lo reciben bien. No lo quieren ni olvidan su pasado y así empieza a disolverse el mayor argumento sobre el cabalga Petro: la convergencia de diferentes grupos políticos para luchar contra una tercera candidatura del Presidente Uribe.

Es que este es un país donde no lo mastican a uno si en algún momento fuimos de izquierda y el saludo de la derecha, por supuesto, es circunstancial y frío. Bastante impredecible para uno embarcarse de manera utópica, perdiendo su identidad y postergando la posibilidades de cimentar una opción de izquierda real y autónoma.

Por lo cual, mientras mato moscos y espanto el calor, sigo pensando en los postulados del liberalismo radical que siempre dijo Carlos Gaviria que predicaba. Punto.

Y miro de reojo, con los ojos a media asta como mira también Lorena, cuándo es que el profe Carlos Pachón le va recoger el cordial guante que le lanzó Chaparro para convocar a una reunión de sus asociados y no depender exclusivamente de comunicaciones por correo electrónico, ¿no? Mas, tratándose de asuntos cruciales de la Universidad.
*Docente Unillanos

sábado, octubre 03, 2009

Entre efebófilos y doctores “honoris causa”

Por: Otto Gerardo Salazar Pérez*

Pensaba escribir sobre la pretensión del arzobispo Silvano Tomasi, de no llamar maricas o abusadores de menores a los curas que tienen relaciones con niños. Tomasi abrió la boca para responder a Keith Porteous Wood, que acusó a la Iglesia de tapar los abusos a menores y de violar varios artículos de la Convención de Derechos del Niño. El prelado, respondió que no se debería hablar de pedofilia −o cacorros como dice la gente−, “sino de homosexuales atraídos por adolescentes que practican la efebofilia”.

O sea que ahora no serán asaltantes de la buena fe y abusadores de menores, sino “efebófilos”, y además, resultarán los mismos menores, como los incitadores de sus propias autoviolaciones, pues, por un giro de lenguaje suspicaz de Tomasi, resulta que son los menores los que seducen a los curas.

Pero no. El asunto es supremamente sórdido y la discusión demasiado hipócrita. Pues, una cosa es la población LGTB adulta con relaciones consentidas, y otra la torcedura de una orientación que apenas se aproxima a la sexualidad para caer en manos de un curo viejo y morboso. Nada podrán decir sus víctimas, la mayoría de ellos, de condición humilde y vulnerable por pobreza y abandono.

Otro tema de buena sazón era el del doctorado Honoris Causa concedido al escritor Fernando Vallejo por parte del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Colombia. Un laico, anticlerical rabioso y defensor de los derechos de los animales. El escritor fue distinguido por la Universidad Nacional básicamente por su valor de decir verdades, la cuales rebotan sobre los mismos profesores de las instituciones de educación superior. Acerca del papel salvador de las Universidades en el país, declara lo siguiente:

“Los muchachos de la Universidad podrían ser la esperanza de Colombia porque son los que tienen una mínima cultura, pero la casi totalidad de los maestros colombianos son malos, no pueden estar ocupando esos puestos, solo buscan la promoción en el escalafón, la universidad actual es una plaga para la sociedad, cuesta mucho sostener a esos burócratas que acumulan títulos sin saber ortografía y les escriben las tesis.”

… Sin comentarios.

Finalmente, el tema sobre el cual quería hablar para mis amigos izquierdosos era sobre las elecciones internas del Polo. Pero como ni el tiempo ni el espacio alcanza, toca de dejarlo para lo próxima.
*Docente Unillanos