jueves, junio 24, 2010

Bajo el Signo de Caldas





Bajo el Signo de Caldas, es producto del trabajo de tres años de paciente investigación sobre la historia de país. Surgió a raíz de la necesidad por parte del autor de entender la dinámica de violencia que ha signado al país desde sus orígenes hasta nuestros días. Colombia es un país sui generisen el contexto latinoamericano y es un fenómeno aberrante deviolencia crónica.

Quizás sea en la historia,rastreando sus claves, donde podamos hallar las fuentes de
conflicto, la detección de las furias, para poder sosegarlas y someterlas a procesos de solución del conflicto por vías menos sangrientas.

Fragmentos:

“El veinte de julio no pasó nada. Alguien escribió esa historia y la hizo circular. Y el gobierno decretó que se enseñara en las escuelas y los niños aprendieron a repetir la fábula hasta que al fin, de alguna forma suspicaz quedó incorporada a la historia la fecha. Ni Llorente ni los tales hermanos Morales existieron, mucho menos el tal florero que mientan. Porque, habiendo tanto en cada casa, quién se iba a agarrar por un bendito florero”.

“No fue por un florero: fue por un ramillete”.

“¡Pior!”

“La verdad el que maquinó todo el asunto fue el sobrino del sabio Mutis, Sinforoso Mutis, que era muy rebelde desde joven había estado preso en Cádiz. Se necesitaba inteligencia para cranearse algo así. El estuvo toda la noche en la reunión esa del cabildo abierto redactando la tal Constitución que revolucionaba el país pero dejaba todo tal y como estaba. Imagínense no mas, que al tal virrey Antonio Amar y Borbón lo nombraron jefe de la nueva junta de gobierno, y su acto de posesión estuvo bendecido por los obispos y todo el clero que había apoyado el régimen anterior”.

“Lo del veinte de julio fue una asonada de señoritos, esa es la verdad. No hubo ni un disparo, ni un muerto, como había sucedido 28 años atrás, con la revuelta del mestizo Galán. Apenas envalentonaron a un poco de vecinos y los sacaron a las calles y como el régimen estaba tan debilitado y confundido, cedieron a sus pretensiones. No se compara con los veinte mil hombres que Galán había traído en medio de la lluvia y el barrial desde el Socorro hasta el Mortiño, cerca de Zipaquirá, y que hizo temblar a Santa Fe por dos meses. Igual, de todos modos, nada cambió; pero las cosas le fueron resultando caras después cuando se vino la represión”.

“En caso de que hubiera habido una revolución el 20 de julio, eso, nosotros la gente de la tierra no nos sirvió de nada. Dicen por ejemplo, que el libertador Hidalgo en México, declaró abolida la esclavitud y eso es una revolución. Aquí en cambio no pasó nada. El blanco siguió siendo el blanco, el cura confesando a las damas y los esclavos siguieron siendo los esclavos, pese a que nos juntamos en San Victorino y tratamos de resistir”.

“¡Mi verriondera era que ya nadie compraba turmas! El mercado otra vez ahí, otro viernes, y sin venderse. La bestias otra vez ahí amarradas, esperando a que las cargaran con lo mismo que habíamos traído”.

“Pa’ verrionda la Encarnación, que atravesó a puñal al artillero que se supo burlar de su honra y de su amor. Mujeres verracas ese par de calentanas”.

“Una era mulata y la otra calentana y un académico andaba dizque enamorado de ambas”

“Si yo fuera peliar lo había hecho por la Suprema de San Victorino. Pero don Pey y don Varaya encarcelaron a don José María Carbonell que al parecer sí estaba con nosotros y al zoco fue a dar. Le dieron cárcel porque torcía las cosas pa’l pueblo. Porque lo que más le preocupaba era la justicia que en estas tierras no reverdece y nos amola a todos. Disolvieron la Suprema de San Victorino y las ansias del pueblo quedaron del todo truncadas.”

martes, junio 15, 2010

Los tigres enterrados

Por: Otto Gerardo Salazar Pérez*

Después de una derrota tan contundente como la que padecimos los verdecitos –¡estábamos biches!- solo nos queda sobarnos el cogote, unos con otros, echándonos cremita. Tendremos que conformarnos con ser miembros de la selecta minoría en oposición que piensa bien este país pero pierde siempre en las elecciones. Que es como haber decidido ser hincha de la selección Colombia de futbol, para ver cómo es derrotada siempre en las eliminatorias y nunca logra clasificar a un mundial.

Nos tendremos que tragar el cuento de Maturana de que perder es ganar y hacer barra por consolación y nostalgia a Brasil. ¡Qué consuelo! ¡No perdimos, solo entramos de primeras después del ganador!

De pasada aviso a los contertulios que mi mayor alivio este lunes después de que pasen las elecciones será que me dejen de mandar correos reenviados convenciéndome porque debo votar por Mockus y aborrecer a Santos. No me sirvieron para nada. Pero al menos les dio la ilusión a los que los mandaban que hacían algo.

Claro, vaya uno a saber cómo fue que se movilizó esa maquinaria corrupta empotrada en el gobierno durante ocho años, liderada por un hipócrita con cara de acólito, lleno de resentimiento. Al menos no subió otro de su corte, de su misma simulada y perversa hipocresía como Andrés Felipe Arias que ya estaba embalado para la sucesión.

A lo sumo, este próximo domingo lo que se podrá hacer en medio contabilizar el descontento que de pasada legitime un proceso eleccionario mendaz. ¿Cómo puede un gobierno corrupto, expresión de un Estado corrupto organizar unas elecciones no corruptas? ¿Siendo la base electoral, mayorías cautivas por vías del empleo oficial y programas de mendicidad social donde la mitad de la población padece la pobreza y el desempleo?

De pasada, la izquierda demostró la incapacidad para comprender y actuar en coherencia con el tiempo histórico. Petro, el ególatra, al que creía inteligente pero con una cara de estúpido bien administrada, resulto siendo realmente estúpido con una inteligencia mal administrada. Fuera de que sacó la mitad de los votos que sacó Carlos Gaviria, es decir, redujo a la mitad los votos de Polo, quiere, -¿quién sabe si sus correligionarios doctrinales del M, el maoísmo y otras disidencias lo sigan?- hacer que la izquierda de abstenga de participar el próximo debate para pavimentar la ancha avenida por la cual marchará Santos el próximo domingo para coronarse campeón del clientelismo en Colombia. O sea, un Polo que ni siquiera será contado. No dio un solo argumento sesudo, contundente, argumentado para no adherir a Mockus por la vía del voto de simple opinión.

De pasada, Mockus se desdibujó diciendo sandeces y queriendo parecer uribestia para congraciarse vaya uno saber con quién, después de que la había embarrado con los médicos y otros sectores de opinión con su discurso tartamudo y errático.

Mejor, dicho, como dicen, ¡apague y vámonos! A retomar los libros y el estudio porque quizás el único camino honesto y posiblemente fructífero sea la academia. Ni verdecitos, ni amarillitos y menos naranjitas.

*Docente Unillanos